lunes, 20 de octubre de 2008

El caso del niño medicina.

La conferencia episcopal está de buen humor.
Ahora van y comparan un puñado de espermatozoides y óvulos con un ser humano.
Han declarado, en un comunicado a la prensa, que salvar una vida a costa de otras es una barbarie.
Para hacer honor a la verdad, sus palabras exactas han sido: "El nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida."
Pero primero pondré en antecedentes.
Hace unos días ha nacido un niño seleccionado genéticamente para salvar la vida a su hermano. Esto se realiza mediante una selección de embriones, escogiendo el que tenga unas características determinadas para salvar la vida al otro niño.
Según esta forma de pensar, la de la conferencia episcopal, todos somos unos asesinos. Sí, sí, todos somos culpables de haber llegado primeros al óvulo con lo que hemos destruido la vida de millones de posibles personas, y lo que es peor, esas personas eran hermanos y hermanas. Esto me recuerda a Caín y Abel, solo que Caín únicamente mató a uno. Nosotros por el hecho de nacer hemos matado a millones.
si alguien quiere leer el comunicado integro lo puede hacer pinchando aquí.

1 comentario:

Enric Ortuno dijo...

Bueno, siguen siendo maneras que tiene la Iglesia Católica para recordarnos que todos somos culpables, de algo, desde siempre, sin porqué, pero culpables.