lunes, 10 de diciembre de 2007

EL SABOR DEL PAN 2

Bien, veamos, por donde... a sí, ya recuerdo el sabor de la barra de mercadoña.
La barra de mercadoña: cómo estaba diciendo, ¿habéis probado alguna vez el pan de este comercio? Si no lo habéis hecho no sabéis lo que os perdéis. Esta barra en concreto le sucede justo lo contrario que al pan de molde, es decir, si el pan de molde produce pequeñas civilizaciones en sí mismo antes de ponerse duro, la barra del comercio ya citado no tiene tiempo ni llegar a casa antes de ponerse dura, cosa que explica porque siempre está caliente, porque el frío no lo compraría nadie al confundirlo con pan de varias semanas y lo tienen que retirar. En pocas palabras, que tienes que ir perdiendo el culo a casa para poder comértelo blando, de hecho en la tienda te encuentras con situaciones muy curiosas:
- ¡hombre paco! que alegría verte, cuanto tiempo...
- no, no puedo entretenerme, he conseguido pan y hoy no he traído el coche. voy corriendo a ver si puedo hacerme un bocata a tiempo.-
- pues date prisa tío, que esta remesa de pan lleva fuera ya unos cinco minutos.
Y digo blando por ser generoso y no decir chicloso, que esa es otra que tiene, le pegas un bocado a la borra y te puedes pasar un buen rato masticando ese bocado, vamos, que si estás distraído llega un momento en el que no recuerdas si estás comiendo pan o chicle, y te ves a ti mismo intentando hacer pompas con el pan. Y el sabor realmente está acorde con el resto de características de la barra, no distrae para nada el sabor del relleno, de hecho si quieres que sepa a algo tienes que llenarlo, untarlo, etc., de cualquier cosa que quieras comer, porque eso sí, este pan puede decir con orgullo que es totalmente insípido.
Bueno hasta aquí la disertación sobre el sabor de la barra de mercadoña, el próximo día hablare de la barra industrial.

No hay comentarios: