jueves, 18 de septiembre de 2008

y la puja sube

¡Ja!. Ya lo decía yo. Este negocio va viento en popa.
Un narcotraficante saca a subasta sus calzoncillos.
Si es que el negocio de las drogas está muy mal. El pobre hombre no ha tenido más remedio que subastar sus calzoncillos.
A partir de ahora veremos a los traficantes y camellos por las casas de empeño:
- ¿Qué... que me da por esta jeringa?- sudado y tembloroso mira para los lados.
- 3.
- Pero si es buena, además está muy usada y debe quedar restos.
- En ese caso le doy 5.
El yonqui sale y se busca en los bolsillos.
- Bien con esto y con lo que me han dado por la aguja ya tengo para mi dosis. Ahora solo falta encontrar algo que corte y poder metérmela aunque sea a puñados.
Y la subasta de los calzoncillos ha tenido que ser digna de verse, con toda la sala atestada de yonquis pujando por los calzoncillos.
- Va por 200. ¿Quién sube?.
- 250 veo por allí. ¿Quién da más? He de decir que los calzoncillos tienen restos de orina y el dueño ha acreditado que ese día estaba colocado. 300,350,400,450...


Lo de las subastas promete. Veamos que nos depara el futuro y que miserias está dispuesto a ofrecer.

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